sábado, 12 de noviembre de 2011

¿No sientes nada?

¿Nada? Es decir, tú me miras, sonríes, yo lo hago a tu misma vez y...¿ no sientes nada?
No verás, tiene su explicación, y es que yo en ese momento siento que podría hacer todo lo que quisiese, que podrías romper mis miedos si esa sonrisa permaneciese a mi lado...Y no, ya no es sólo tu sonrisa, ya son los gestos, cualquier tontería, cualquier mirada perdida a las tres de la tarde un martes, que se topa con la mía en tan sólo unas décimas de segundo. Puede que yo sea el único tonto que se haya parado a escribir estas tonterías, tan sólo tres días después de aquel cruce de miradas, o puede que yo sea el único productor de películas, que hace cada noche una y no necesitas más para dormir feliz, aún sabiendo que esas películas montadas en mi cabeza no llevan a ningún sitio, ni se cumplirán.
Pero claro, esto es difícil que lo entiendas si no sientes lo mismo...
Cuántas preguntas sin respuestas me auto-formulo continuamente, cuantas cosas me habré imaginado suponiendo un nosotros, el cual es sólo eso, una suposición, y encima tan complicada de convertirse en algo real que más que nada son simples imaginaciones.
Bueno, quizás el día que te enamores lo entiendas, y quizás, ese día podría coincidir con aquel martes, a las tres de la tarde, en unas décimas de segundo.