jueves, 1 de noviembre de 2012

El tiempo borra recuerdos, y trae nuevos.

Sé, estoy completamente convencido de que volverás a rehacer tu vida. De que tendrás a otro "mi amor", "mi vida" contigo. Que te sabrá hacer sonreír, con el que vivirás cientos de momentos y te cuidará. Seguro,  tendrá mil y un detalles contigo, será el primero que te pregunte qué te pasa si te ve mal, y el primero que esté ahí para ayudarte a todo. No me caben dudas, otro ocupará ese gran hueco que ahora creo que permanece vacío en ti. Te llenará de recuerdos, de canciones que te recuerden a él, de un aroma y te besará como si al segundo después de separar vuestros labios, el mundo acabase. Sí, lo encontrarás, llegará a tu vida, casualidad o no, sin esperarlo quizás, un día mirarás a tu lado y ya no seré yo el que encuentres de tu mano, o abrazándote, o susurrándote que eres lo mejor que le has pasado en su vida. Haréis y tendréis planes de futuro, esa casa que soñáis tener, la diseñaréis en vuestra mente y seréis felices imaginándoos un futuro juntos, vosotros dos.
Las personas no tienen ningún derecho para permanecer permanentes a modo de recuerdos en alguien, aunque reconozco que muchas veces, esto no se elige, y siempre hay alguien que no consigues olvidar. 
No te digo que me olvides, principalmente porque, aunque si puedas hacerlo, realmente no me gustaría que lo hicieses. Tampoco te digo que quemes cada carta, cada foto, cada noche de tu mente. Yo entiendo que me puedas tener rencor o odio, pero tampoco dejemos que esto termine en dos desconocidos que un día jugaron a quererse...
Simplemente, te digo que aunque ahora pienses que no, nadie es imprescindible, y todos somos sustituibles. La felicidad no se encuentra sólo en una persona, ni en unos determinados momentos. La felicidad se encuentra por detalles, por pequeñas cosas, que poco a poco se convierten en las más grandes, cosas que valoras y que te sacan esa sonrisa tonta. Escúchame, no me refiero a mañana, me refiero a unos meses, cuando no quede más que frases pasadas y recuerdos que ya ni pesan, cuando vuelvas a cruzar una cómplice mirada con alguien, cuando vuelvas a acercarte tanto que termines besando a otro, en ese momento yo ya no existo, ni habré existido. En ese momento todo vuelve a empezar y da igual lo que fue, importa lo que es, ahora. 
Quizás, probablemente encuentras a ese que cumpla sus promesas y lleguéis a ese futuro juntos. Quizás, probablemente, dentro de unos años, cada uno con nuestras vidas, nos volvamos a cruzar. Podría ser por la calle, en una cafetería, un bar, o en el sitio que menos te esperabas encontrarte de nuevo con mi cara, con ese olor característico que siempre habías asociado a mi compañía, quizás en esas décimas de segundos en que tu mirada se cruza conmigo y me reconoces, recuerdes de una manera efímera mi nombre, quien soy, y porque aún me recuerdas. Pero sólo será eso. Sí, nos saludaremos, asombrados porque el tiempo habrá pasado en los dos. Un "cuánto tiempo", un abrazo, dos besos... Me contarás que vives en tal sitio, con tal persona,... Vería tus gestos, y seguro que un soplo de nuestros momentos llegaría a mi cabeza, me harían sonreír mientras me cuentas cualquier cosa, y yo te miraría sin mediar palabra, intentando aparentar que no me estoy volviendo a perder en tu mirada, ni en tu sonrisa, ni estoy escuchando tu voz y sintiendo eso que sentí la primera vez al hacerlo. Un "bueno, espero que nos volvamos a ver" y hasta pronto. Pero, hasta aquí, no habrá más que esto, no duraré para siempre en ti, de verdad, y lo sentiré por que seguramente ese mismo día que te vea, con los años ya encima, me daría cuenta de lo preciosa que eres, y de que aunque todo se olvida, tú fuiste durante un tiempo el mejor plan de futuro que pude tener.