domingo, 8 de abril de 2018

Guerra Civil interna


Se me ha olvidado escribir desde que ya no siento. Y escribir así es mentirme a mi mismo, es gastar letras y palabras tratando de explicar un sentimiento que no tengo. Quizás solo es el deseo de sentirlo lo que hace que me siente y escriba de nuevo. Y aquí estoy, intentando utilizar el idioma para descifrarme por dentro.

En los oídos me pongo música y mis dedos bailan por las teclas. Buscando la manera de que alguien también entienda que no hay mayor vacío que éste, el que sientes cuando no crees que sientas.
No sé si os creeríais que llevo cuarenta y dos minutos para escribir 100 palabras. Bloqueado ante una pantalla. Queriendo explicar algo que con palabras no me sale. Y no sé ni siquiera qué es lo que necesito que me pase.

Malos tiempos para enfrentarse a tus miedos. Esos que me susurran que el tiempo pasa y algunos trenes ya no volverán a parar en mi arcén de nuevo. Y soy consciente de que esto tan solo es el inicio de una hecatombe interna que en algún momento se convertirá en guerra.
Guerra civil de sentimientos entre lo que sentí y lo que siento. Entre las sensaciones que un día tuve y que ya no tengo. He perdido toda ética en un amago de egoísmo en busca de vivir lo que creo que me merezco, aunque eso signifique no hacer lo correcto.


2 comentarios:

  1. Si. Lamentablemente el tiempo no se detiene a esperarnos. Los años siguen pasando de manera ilimitada. No tienen una barrera hasta tal edad y punto. El cuerpo cada vez nos pasa mas facturas. Lo ideal es hacer las cosas como menor se puedan. Si no llegara un tiempo en el que estaremos peor. Problemas de movilidad, memoria, tomar no se cuantas pastillas para sobrevivir. Y jamas podemos volver a las cosas que aun podemos hacer

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    1. Estoy de acuerdo en todo.
      Ni el tiempo se detiene, ni la prisa por vivir todo aquello que quieres vivir antes de que la edad se interponga entre tú y tus deseos. Pero la prisa tampoco hace feliz a nadie, porque agobia e irrita. Así que habrá que tomarse las cosas de otra manera, con más pausa, pero sin frenar en el intento de vivir intensamente la vida.

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